Powered By Blogger

sábado, 30 de agosto de 2008

Perú en Chile

Día de la observación, miércoles 27 de agosto.
Hora de inicio 17:50 hrs.

Decidí esta vez además de observar la Plaza de Armas, sentarme en el monumento de Pedro de Valdivia “fundador de la nacionalidad chilena, gran capitán” ya que en los alrededores de ella, estaban sentadas 6 personas de las cuales 4 eran de nacionalidad peruana, había una pareja de mas o menos 30 años de edad, ella era de tez mas clara en comparación a la de los demás, vestía semiformal, traía en sus manos 2 bolsas; ellos al poco rato salieron de su lugar, en cambio los dos se quedaron mucho rato mirando a la gente que pasaba.

Caminando en dirección a la famosa Catedral me encontré con dos chinas que observan el lugar maravilladamente con un traductor que les hablaba en ingles sobre la Alameda (por lo que poco que entendí). Me ubique en el edificio que esta al lado de la farmacia, me encontraba rodeada por dos peruanos uno a cada lado, ellos miraba las personas que hay pasaban, pero se veían inquietos yo creo que era por mi presencia por que era la única chilena que estaba hay parada, a lo mejor se sentían intimidados con mi presencia.
Al observar la gente que estaba en la Catedral vi un gran grupo de hombres reunidos en un circulo, ellos se veían un poco inquietos, un poco alterados. Después de un rato ese circulo se disperso en el mismo lugar, dos de ellos hablan por celular mientras los otros hablaban en ellos, después de un rato dos hombres chilenos llamaron a ese mismo grupo de peruanos, ellos se reunieron alrededor de 5 minutos hablando entre ellos, los que dirigían la conversación eran los chilenos, era mas bien un reto, porque los demás peruanos debatían con ellos.
Había otro grupo de 10 peruanas, sus edades iban desde los 30 a 50 años de edad, todas ellas conversaban tranquilamente sentadas, ellas vestían informales, sus ropas eran similares a pesar de que entre las más jóvenes del grupo utilizaban colores llamativos, como calipsos y rosados; era la primera ves que veía tantas mujeres peruanas reunidas en ese lugar.
Al mirar las personas que pasaban por Catedral, vi muchos peruanos que caminan rápido y otros cruzaban la calle para dirigirse hacia donde estaban sus compatriotas a conversar un rato para luego irse del lugar.
Otros pasaban mirando a los peruanos, para variar vi mucha gente de tez más oscura que entraba y salía del edificio donde están las cabinas telefónicas, las mujeres más morenas llamaban mucho la atención de todos los hombres peruanos y chilenos y además de las mujeres que pasaban ¿será por sus exageradas curvas y su belleza?
Esta vez vi 4 argentinos, esto por su voz tan segura y fuerte, en comparación con la de nosotros y de los peruanos, que tendemos a hablar más despacio. Estos argentinos eran altos, de tez clara y de pelo castaño claro, además de todo eso vestían bien (sus ropas eran elegantes y sus zapatos de cuero negro y brillantes), ellos llamaban mucho la atención de todos, en especial de las mujeres.
Encontré muchos niños peruanos acompañados de sus madres, estos vestían con buzos, zapatillas y jockey, vi también muchas mujeres embarazadas que iban acompañadas de otras mujeres y una que otra con su pareja.
Cuando me iba hacia Bandera, me percate que había una señora peruana que vendía comida, ofrecía cebiche a mil pesos y unos postres al parecer, todo eso en la calle, de hecho tenia un puesto improvisado en donde utilizaba una caja para poner sus productos, también vi una niña de alrededor de 10 años que vestía muy ordenada con un uniforme de colegio, ella andaba con calcetines a pesar del frió que hacia (estaba por llover) tampoco andaba con chaleco, traía en sus manos un plato blanco.
Por primera vez vi un hombre peruano fumando, esto me sorprende mucho, en comparación con los chilenos que fuman mucho (por algo somos unos de los países con mas fumadores), tal vez es su cultura.

Esta vez logre tener una conclusión diferente, me di cuenta que no todos los peruanos son iguales, esto se ve reflejado en su forma de vestir ; hay peruanos que se nota que trabajan en la construcción, por sus mochilas y sus zapatos sucios con polvo blanco, otros que visten “mejor” como cualquier oficinista del centro de Santiago, además de su ropa, sus rasgos no son tan definidos como los que están por ejemplo en la Catedral o en la feria de Santo Domingo, pero igual mantienen sus modismo y su castellano que los caracteriza.